domingo, 24 de octubre de 2010

Don´t Pass Me By



Todo artista tiene un público. Da igual el artista, siempre hay un público para él. Lo que sucede es que no nos gusta reconocer que es un artista, porque todos pensamos que podríamos hacerlo igual que él. El público hace al artista.

viernes, 22 de octubre de 2010

Chains


No nos conformamos con lo que tenemos, siempre queremos más. Y al final nos acabará pasando factura.

martes, 21 de septiembre de 2010

Across The Universe


Si me voy , no es por lo que abandono, sino por a donde llego.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Dejo la Pistola en el Suelo ( Pero me quedo con las balas) [Long Long Long]


¿Nunca has pensado por qué preferimos escribir ciertas cosas en vez de decirlas? Por el miedo a decir lo que sentimos, si, pero también porque las palabras en la boca se quedan en el olvido, pero las palabras escritas son permanentes. Todo lo importante queda escrito, y por eso lo vano se esfuma con el viento.

miércoles, 21 de abril de 2010

Parte 3.3: I Need You

-Buenas, me gustaría hacerle unas preguntas sobre la familia Johnson- Balbuceé sin saber si de verdad me había entendido. El reaccionó tirando el periódico a la basura rápidamente como si escondiera algo que no quería que viera.
-¿Johnson?- dijo con una voz ronca – Una gran familia si, pero se han ido.
-Lo se, y por eso vengo. ¿Donde crees que puedo localizarlos?
- No se si debería decírtelo mujercita- dijo quitándose sus gafas de patillas mordida.
- Por favor, soy amiga de Paul desde hace un par de años, llevo sin saber de él más tiempo del que nunca hubiera querido pensar, lo único que tengo del son vanos recuerdos y fotos que no me compensan el vacío que ha dejado. No creo que nadie jamás llegue a hacerse una idea de lo que le echo de menos- solté luchando por que por mis mejillas no se deslizara ninguna lágrima.
- ¿Sabes? Me acuerdo de el medio que conocí a la familia Johnson- y se sentó en su silla corroída por el tiempo- Yo llevaba un par de días trabajando por aquí, y derepente llegaron una familia que me dio más que gratitud. El señor Johnson y yo éramos grandes amigos y el pequeño Paul y su hermano eran como mis hijos, los cuidaba cuando sus padres no estaban disponibles, jugué con ellos y los vi crecer, los vi sobrevivir a las consecuencias. Y derepente un día cualquiera suceden actos imprevisibles y tienen que irse. Así es la vida. Así de jodida. Lo último que se es que se volvieron a Londres, a su antiguo piso. Si quieres ve a buscarlos pero dudo que los encuentres, Londres no es cualquier ciudad. Suerte.

sábado, 17 de abril de 2010

Alto el Fuego ( There´s a Place )


Viernes, 16 de abril. 20 años han pasado, pero hoy, definitivamente, ha llegado el día en el que no la volveré a ver jamás. Por lo menos no como antes. Ella siempre estuvo ahí, incluso antes de que yo naciera, esperándome para acogerme en sus brazos. Llegué ahí y ella me vio gatear y arrastrarme por el suelo y veía como ansiaba conocer cada esquina de ella. Vio aquellas primeras peleas con mi hermano, incluso jugábamos con ella.Nos vio ir a la guardería y luego ir al colegio. Estuvo presente en toda mi infancia, formando parte de ella. Estuvo ahí la primera vez que me gustó una chica y la primera vez que estuve triste porque no salió bien.Tuvo que ver mis primeros aprobados y los consiguientes suspensos, y observó el cambio hacia la adolescencia. Ella me vio salir de fiesta por primera vez , conoció a mis amigos e incluso formó parte de ellos.Era muy recomfortante aquella sensación de llegar cansado de un largo viaje y encontrarte con ella , con todo en su sitio y esperándote donde siempre. Luego yo me tuve que ir a estudiar fuera y cada vez la veía menos, pero era ella realmente la que hacia que yo me sintiera yo y estuviera agusto cuando volvía. Y aunque la gente nunca se creía por mis aspecto de donde provenía, era ella la que decía eres de aquí y aquí has crecido, aquí has soñado y en definitiva aquí has vivido. Dicen que una casa no la hace el lugar sino la gente que hay en ella, asi que espero que los buenos recuerdos no se queden allí y que vengan conmigo eternamente. Adiós, vinadel 13º , Adiós.

lunes, 11 de enero de 2010

Parte 3.2: I´ll Cry Instead

Ya en la estatua pude ubicarme y encontrar el camino a casa de Paul. Crucé una calle estrecha que me conducía a su casa, y llegué al portal. Llamé a su piso pero como esperaba, nadie me abrió. Esperé junto a la puerta para ver si alguien pasaba y me pudiera colar dentro del edificio pero no tuve suerte. Llamé a todos los pisos diciendo que me había dejado las llaves hasta que alguien me abrió, y entonces entré en ese portal en el que pocas veces había estado pero recordaba a la perfección. Para no recordarlo, con esas luces tan psicodélicas en el techo, cegándote con solo imaginártelas. Preferí subir por escalera y cada paso que daba sentía que estaba más lejos de Paul. Llegue a aquel 3ºB y llamé. No se escuchó ni el silencio. Esperé y volví a llamar. Volví a llamar. Insistí, pero nada. Seguía llamando con la impotencia de saber que no me iban a abrir, hasta que paré cansada de golpear la fría madera y caí de rodillas ante ella, esbozándose unas lagrimas que descendían por mi cara, como si compitieran en una carrera por llegar al suelo y estrellarse, como yo.
Me recorrí el pasillo llamando a los vecinos, pero a todo quien preguntaba no sabía siquiera que se habían ido. Sólo una anciana pequeña y canosa con unas grandes gafas doradas pudo aportarme algo de información e incluso me invito a pasar pero no estaba de ánimos para echar nuevos amigos, y menos para perderlos.
Salí del edificio en busca de la portería, tal como me dijo que hiciera la anciana y al doblar la esquina allí se encontraba una habitación que tenía unas ventanas con unas tétricas rejas junto al garaje. Llamé a la puerta con anhelo de obtener algo productivo de este viaje, y entonces me abrió un señor corpulento, con un gran bigote con pelos amarillos y se me quedo mirando, como si me estuviera esperando.

domingo, 10 de enero de 2010

Parte 3.1: Here, There , Everywhere


Aire. Me falta aire. Me falta oxígeno. Me falta comprender. Me falta entender.
No era capaz de asimilar lo que acababa de leer. Desde luego que no. Sólo pensar la idea de que no volvería a ver a Paul en la vida me apretaba el corazón, como si fuera agarrado fuertemente por una mano que intentaba exprimirlo. Paul, ¿De vuelta a Londres? No podía ser, no. ¿Así tan de repente? A lo mejor era un bromista de mal gusto.No. Demasiado mal gusto para ser un bromista pensé.
No dude un segundo en correr hacia mi habitación, agarrar el abrigo y coger el bolso, meter en él la carta y salir disparada hacia la calle. No pensaba en perder un solo minuto. Salí corriendo de la residencia hasta la parada de bus, pero la nieve que había en el suelo me ralentizaba. Podía girarme y ver mis huellas plasmadas en la nieve, un molde exacto de lo que era Paul en mi vida, alguien que había dejado huella. Me subí en el bus con gran decisión y llegué a la estación. Entré corriendo por las escaleras principales pisando los escalones repletos de nieve oscura, casi resbalándome por descuido y fui corriendo a comprar el billete y me subí en el tren. Me senté sola y el viaje duró más de lo que pensaba. Todo me recordaba a Paul. Todo era Paul. Miraba a través de la ventana para intentar distraerme y veía como todo pasaba rápido alrededor mía, con cierta distorsión, y no hacía más que recordar momentos vividos con él. Mi mente viajaba a su placer en otro tren y todo mi mundo se estaba desbaratando, cayendo como cae una hoja a merced del viento, como se hunde una piedra lanzada al mar. Era un viaje hacia mi destino, en busca de lo que yo consideraba mi felicidad.
Cuando me bajé del tren ya estaba todo oscuro, y la nieve del suelo había desaparecido. Creía que recordaba el camino a casa de Paul, pero no era así. Dí muchas vueltas hasta reconocer que estaba perdida. Creía recordar una estatua de una mujer con los ojos vendados cerca de su casa, pero tampoco lograba encontrarla asíque decidí preguntar a los lugareños, que me indicaron el camino.

domingo, 3 de enero de 2010

Parte 2 : Martha My Dear


Querida Marta,

Lo siento. Quería que esa fueran las dos primeras palabras que obtuvieras de mí después de este tiempo. No es sencillo de explicar y me duele solo de pensar como te lo voy a relatar.
Tal vez últimamente te mintiera en las razones de mi desaparición, pero ahí algo en lo que no te mentí. Estaba de mudanza. Pero de vuelta a Inglaterra. La razón, como todo, la crisis. Mi padre fue mandado de vuelta a Londres por su empresa, y no te quise decir nada. No quise despedirme de nadie porque no podría soportarlo, y eres la única persona con la que me he puesto en contacto.
Me gustaría no tener que decirte esto, pero no vengas a buscarme porque no creo que me encuentres. Tampoco creo que puedas contactar conmigo de ninguna manera.Y no por ello me voy a olvidar de ti, pienso en ti en cada instante. Así que te informaré cada 13 de Diciembre con una carta roja como esta, y te contaré como me va todo. Lo siento.

Pd: Nos encontraremos algún día. Te extraño.